Cuidado

Un simple abrazo. Quizás no tan simple.

– Cuídate.
– No me gusta esa expresión… Es mucho mejor que te cuide alguien a que tener que cuidarte tú solo.
– Sí, cierto. Pero, de momento, cuídate, hazme ese favor.
– Esto da para un debate.
– Y largo además…
– Bueno, dejémoslo ahí.
– Buenas noches. Que descanses.
– Buenas sí, tú también.

Cuidarse… Cuidarse… ¿Cuidarse hasta cuándo? Sí, es mejor que te cuiden, sin duda. ¿Quién estará dispuesto? ¿Quién se mirará a tu lado en el espejo para verse a sí mismo mientras lo que ve es tu reflejo?

Cuidarse, sí, con cuidado siempre, todo precauciones, todo en una espera, todo en un cuidado tumulto al cuidado de que alguien llegue y ponga realmente orden.

Y llegará, sin duda. Todo llega, todo pasa, todo queda. Pero lo nuestro es cuidar, cuidar de otros mientras cuidan de nosotros.

Sino no tiene gracia. ¿O sí? O no.