En estos tiempos inciertos ya ni las protestas son lo que eran.
Por eso creo que, además de todos los cambios que la sociedad requiere, también las formas de protesta que se han empleado hasta ahora se han de modernizar porque también han dejado de funcionar. Al menos ya no lo hacen como antes, eso está claro; por lo que sea – no quisiera entrar en ese debate ahora – pero no funcionan.
Y pensando en algún nuevo concepto de protesta singular y novedosa he dado con una especie de huelga peculiar.
Me da por pensar qué sucedería si todos los fumadores dejaran de fumar y dejaran de consumirse igualmente las bebidas alcohólicas con tasas estatales. Nadie podría quejarse de que la gente deje de fumar o beber porque son cosas perjudiciales para la salud… Estaríamos todos más sanos, a largo plazo al menos… Pero se crearía una pequeña paradoja con las tabacaleras, los empleados y dueños de estancos, los distribuidores…
Sería una protesta bastante directa contra el estado porque éste perdería una buena cantidad de impuestos indirectos (la cifra del 2011 de impuestos especiales es de 7200 millones de euros aunque, ojo, aquí no están solo tabaco y alcohol, hay otros impuestos importantes pero no encuentro el desglose)…
Bueno, es sólo una idea. ¿Alguien me secunda?